Una mala contratación puede costar a una empresa no solo tiempo sino también dinero, si el reclutamiento fracasa significa un costo equivalente al doble del salario anual de una persona mas beneficios, contabilizando el tiempo que transcurre desde su ingreso a la empresa hasta que sea despedido o se vaya por su voluntad.
Un correcto proceso de reclutamiento, le da a la empresa reputación empresarial y se convierte atractivo para los colaboradores más valiosos, más preparados y con mayor potencial.
Los errores en la contratación de personal se originan cuando al analizar los conocimientos técnicos y el coeficiente intelectual de los candidatos, olvidando que los seres humanos somos integrales, es decir no solo somos conocimiento sino también emociones. Se debe considerar además aspectos como actitud, el carácter, la motivación, la capacidad para tomar decisiones o actuar bajo presión, experiencia, adaptabilidad, principios y valores que rigen el accionar del profesional.
Si las buenas contrataciones contribuyen a la productividad de una empresa, no solo es importante el conocimiento técnico que pueda aportar sino porque además se pueda crear un ambiente laboral confiable, donde todos los empleados se sientan parte de la empresa y sean bien valorados.
En ocasiones puede pensarse que el área de Talento Humano se reduce a gestionar trámites laborales y calcular remuneraciones y beneficios económicos de los empleados. Nada más alejado de la realidad.
Al buscar una buena contratación también revisamos el aspecto de las competencias, comportamientos observables dentro de la selección. Los conocimientos, habilidades/destrezas, actitudes/intereses, motivación y medios/recursos, determinan la combinación de las competencias profesionales y personales, necesarias para alcanzar la eficiencia laboral.
Para concluir una buena contratación debe ser con el fin de potenciar sus conocimientos técnicos y fortalecer la dinámica de grupo de trabajo y por ende se logrará los objetivos y éxito de la empresa.
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