En medio de la polémica generada por la reserva de la información sobre la venta del Banco del Pacífico, al menos diez organizaciones de jubilados, afiliados y frentes sociales propusieron ayer al Gobierno que se entregue el Banco del Pacífico como parte de pago de la deuda que tiene el Estado con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

El Estado adeuda el 40 % del aporte al Fondo de Pensiones, y atenciones a jubilaciones, discapacitados y enfermedades catastróficas se cubrieron con el Fondo de Salud.

“La propuesta es la fusión de dos estructuras financieras que desempeñan un rol muy importante en el mercado financiero del país y que, al fusionarlas, pueden conformar un bloque financiero muy importante y muy dinámico para mover la economía nacional; la fusión del Banco del IESS con el Banco del Pacífico es una decisión trascendente”, dijeron en un comunicado, dirigido al presidente Lenín Moreno y otros funcionarios de Gobierno y de la Seguridad Social.

Para este sector de afiliados y jubilados, el pago a la Seguridad Social con activos productivos tendrá efectos multiplicadores, que serán más eficientes que simplemente trasladar un activo tan importante a otro grupo financiero privado.

Entre esos efectos estaría crear uno de los consorcios bancarios más importantes de la región, con características de responsabilidad social y accionariado social, que puede potenciar y apalancar el nivel de financiamiento e inversión en los afiliados, jubilados, ciudadanía en general y en empresas ecuatorianas desde el cooperativismo, empresas comunitarias, artesanía, agricultura, servicios, comercio, pesca, turismo, etc.