En medio de la catástrofe social que vive Ecuador, el régimen de Moreno-Otto con el apoyo de una mayoría móvil de la Asamblea Nacional, acaban de aprobar la llamada Ley de Apoyo Humanitario que según varios sectores, consagra la flexibilización laboral y la precarización del trabajo, así como los beneficios a la gran banca y a los grandes capitalistas.

La situación que vive el país por la aplicación de políticas del Fondo Monetario Internacional es similar a la que se vivía en 2006. Ecuador entonces era un país donde el capital se encontraba por encima del ser humano. Esta característica se manifestaba principalmente en el sector laboral de la economía. La tasa de desempleo nacional (6,30%) era superior al promedio de los países en desarrollo (6,16%) Para muchas familias la situación laboral era precaria, lo que afectaba las condiciones de pobreza en el país.

Todo cambió con Correa y la Revolución Ciudadana a partir del 2007

En materia laboral se construyó un país que impulsó el acceso al trabajo digno, sin discriminación. En 2008 se eliminó por ley la tercerización e intermediación del trabajo. Los resultados de este esfuerzo se evidenciaron al observar que, a diciembre de 2016, cerca del 42,1% de la Población Económicamente Activa (PEA) ya se encontraba afiliada al sistema de seguridad social contributiva.

Se creó el salario digno, definido como aquel que permitía a una familia cubrir sus necesidades básicas mínimas y se elevó el salario básico unificado de 160 en 2006, a 366 en 2016. Esta política formó parte de una estrategia global de reducción de la pobreza y ha contribuyó a que las familias puedan superar situaciones adversas, reduciendo su vulnerabilidad. Los efectos de ese trabajo se hacieron patentes en el hecho de que, en 2006, el ingreso familiar cubría apenas un 68% del valor de la canasta básica mientras que, en 2016, proveyó el 101% del valor de esa canasta. Esto también se vio reflejado en la variación del ingreso promedio por hogar que, entre 2006-2015, presentó un aumento en todos los deciles sobre todo en los hogares de menor ingreso.

Con la reforma de Correa a 2016, el 42,1% de la PEA se encontraba afiliada al sistema de Seguridad Social. • El ingreso familiar, por primera vez, cubrió el 100% del valor de la canasta básica. • En 2015 se reconoció el trabajo no remunerado como un aporte a la producción nacional.

Con la reforma de Moreno-Otto a los trabajadores se les rebaja el sueldo, se reduce la aportación al IESS, hay despidos sin indemnizaciones después del año de emergencia, no se pagará horas extras, se vuelve a la precarización laboral en beneficio del gran capital.

 

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